lunes, 19 de octubre de 2015

19-X

Vaya... hoy ha sido un día bastante extraño.
En realidad octubre ha sido un mes raro.
En realidad... todo ha ido mal desde que terminó el verano.
Siempre pasa lo mismo.
Es... la gente. No logro conectar con la gente. Y un cambio de rutina, supone un cambio de... todo.
En verano estaba tan a gusto con mi familia, sin preocupaciones, relajándome en la playa, y aún más después del alta de HDD. Que llevaba ahí tres meses, cuando lo normal son dos.
Iba todo tan bien, tan... era tan feliz.
Pero bueno, tenía que llegar septiembre, y el monstruito tenía que llegar pisando fuerte, claro que si.
Aunque bueno, en realidad el monstruito nunca había dejado de pisar fuerte... es tan solo que empezando el instituto tengo la oportunidad de hacer más gilipolleces que le dan de comer. Si, si, este monstruito se alimenta, y no es que me beneficie. Ojalá sea él el que se muera de hambre y no yo.
Llegó septiembre, nuevas rutinas, nuevas gilipolleces, nuevos números en la báscula que no indican nada bueno para mi salud. Ahora octubre... el tiempo pasa, las rutinas siguen, las gilipolleces aumentan, los números bajan, mi corazón late con menos fuerza.
Hoy, tras una cita con el médico, me han dicho que si sigo así es probable un nuevo ingreso. ¿Otra vez? Claro que si. Si esto ya es una puta rutina.
Números que bajan, ingreso, números que suben, poco a poco, pero suben. Salida del ingreso. Estrés, desesperación, no encontrarme, no saber quién soy, números que vuelven a bajar.
Pero, hoy, hoy he salido del médico y no he hecho gilipolleces, me he armado de valor, he dado un pasito al frente que ha asustado un poquitín al monstruito. Pero solo un poquitín.
Si sigo así, si sigo dando pequeños pasitos al frente cada día, lograré asustarle, y hacer que se vaya por un rato.
No sé.
Yo solo pido volver a ser la que era, ¿no debe ser tan difícil, no? Es decir, he crecido toda mi vida siendo yo, ¿por qué ahora de repente se mete en mi cabeza algo que no sé que es ni de donde ha salido, y me quita lo que era, me quita lo que soy? Es un constante si-no entre él y mi cabeza. Que suele ganar él. Claro.
Pero hoy, se puede decir que hemos quedado empate.
Y mañana... o en una semana, ganaré yo.
Un día tiene que haber que gane yo, creo que ya es hora de que me den a mi la medalla de oro, después de tantas idas y venidas a mi segunda casa desde abril 2014.

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